Las máquinas nos están ganando terreno; día a día nos hacemos más dependientes de ellas

Samuel Butler (1863)[8.1]

Si se les concedieran plenos derechos, los estados se verían obligados a proporcionarles todas las prestaciones sociales: seguro de desempleo, vivienda y posiblemente alguna robo-sanidad pública para arreglar las máquinas con el tiempo

Robo-rights

informe del Departamento de Comercio e Industria del Reino Unido[8.2]