Sexta parte

«En el Occidente imperialista, la insolente voz de los revanchistas nacionalistas cada vez se queja más alto, sus colonias creadas en Nueva York, Toronto, Londres, Estocolmo y Gotemburgo hierven como avisperos. Hay que recordar que los “comités” o “consejos” surgidos en esos focos son siempre nidos de espías y destrucción. ¡La panda de traidores nacionalistas no descansa! ¡El enemigo no duerme, ni olvida! Continúa con su empeño devastador, y por eso la nueva generación ha de mantenerse alerta. Tras la caída de la Alemania nazi, se ha forjado una nueva generación que conoce ese tiempo extraño sólo por los libros y los relatos de los coetáneos. Pronto no quedarán testigos y ese sadismo lo atestiguarán únicamente los libros. Sin embargo, la nueva generación ha de recordar que, en el llamado “mundo libre”, ¡los asesinos fascistas caminan en libertad y sus trombones resuenan libremente en Nueva York!»

La esencia de la ocupación nazi,

Eesti Raamat, Tallin, 1966