Alix estaba más que embarazada. Tenía una barriga enorme. Los Romanov estaban preocupadísimos aguardando el nacimiento de aquel varón saltarín que pronto sería el zarevich de Nicolás II.
Es signo, sin embargo, de buena educación que no expresaran su desilusión cuando vino al mundo una robusta niña de cuatro kilos y medio.
A Nicky no le importó demasiado: ¡Alix, al menos, estaba sana y salva!
3 de noviembre de 1895, Tsarskoe Selo
Un día que recordaré siempre. A las 9 en punto de la noche nació el bebé y todos exhalamos un suspiro de alivio. ¡Con una oración llamamos «Olga» a la hija del Todopoderoso!
Dos días después, a Nicky le fascinan algunos aspectos inesperados de la nutrición infantil.
5 de noviembre de 1895, Tsarskoe Selo
El primer intento de amamantarla concluyó con Alix dando de mamar al hijo de la nodriza mientras ésta daba el pecho a Olga. ¡Muy divertido!
6 de noviembre de 1895
Gracias a Dios todo va bien, pero el bebé no quiere mamar y hemos tenido que llamar otra vez al ama de cría.
No me sorprendió. Algunos de nosotros podemos percibir los sentimientos de un feto durante los meses últimos. En el último trimestre, expresan sus sentimientos uterinos por medio de los sueños de su madre. Por tanto, sabíamos que casi todos los bebés, al salir a la luz del paritorio, sienten afecto o antipatía hacia el conserje benévolo (o el guardián hosco) que hasta hace poco ha representado las paredes del útero. Es el motivo exacto por el que las mujeres se sienten desoladas cuando el bebé rechaza su leche.
Con todo, la nodriza y la joven emperatriz hicieron lo posible para evitar reconocer este hecho. Y lo mismo hacía Nicky. Supongo que tendería a decirse a sí mismo que la pequeña gran Olga poseía el terco instinto de oler y catar los pezones de una fuerte mujer rusa. Y yo, con mis reservas de cinismo, pienso que las dos mujeres, tan profundamente diferentes, gozaban de buena gana de aquella abierta (y aun así subrepticia) conexión carnal. En todo caso, menos de medio año después, Alix sin duda había reanudado las relaciones con Nicky.
29 de marzo de 1896, San Petersburgo
… dulce precioso Nicky mío, no hay palabras para expresar el amor profundo que te tengo: más y más, día tras día, cada vez más profundo y verdadero. Dulce amorcito, ¿lo crees, sientes el latido potente y tan rápido, y sólo por ti, mi marido?
Nicky había reaccionado tan bien cuando nació la princesa en lugar de un heredero que Alix, para su dulce sorpresa, sintió un «latido potente» en el momento en que él la penetró, un suceso novedoso o yo, al menos, supongo que lo era. Además, las resoluciones sexuales cambian. Olga, por ejemplo, ha llegado a aceptar la realidad. Ahora mama del pecho de su madre incluso cuando Alix toma el café matinal con el emperador.
Nuestra atención más estrecha, sin embargo, se centraba en la coronación de Nicolás II. Puedo añadir con seguridad que difícilmente habría habido un demonio presente que no experimentase su parte de júbilo y temor. No hay ningún momento en que la presencia de una muchedumbre nos parezca más demoníaca que cuando se celebra una ceremonia grandiosa en un magno acontecimiento.