7 de septiembre de 1909
44 Fontenoy Street, Dublín
Querida, mañana por la noche salimos. A última hora pude arreglarlo todo y viene Eva. Prepara todas las cosas.
Intenté recordar tu cara pero solo logré ver tus ojos. Deseo que estés lo mejor posible para mí cuando llegue
¿Tienes vestidos bonitos? ¿Tiene tu pelo buen color o lo tienes lleno de mechas? No tienes derecho a estar fea y desgarbada a tu edad, y espero que me hagas el cumplido de estar bien arreglada.
Estoy todo el día excitado. El amor es un maldito fastidio, especialmente cuando también está unido a la lujuria. Es una provocación terrible pensar que en este momento tú estás esperándome en el otro extremo de Europa mientras yo estoy aquí. Ahora no estoy precisamente de buen humor.
Deja que te hable de tu regalo. ¿Te gusta la idea? ¿O crees que es tan disparatada como yo mismo? ¿Te han escrito tu madre o tu hermana hablándote de mí? Presumo más bien que les agradé. ¡Qué estúpido soy preguntándote cosas que no puedes contestarme!
Guarda el piano y consigue una cama para Eva y Georgie. Asegúrate y prepáranos una cálida cena o comida o desayuno cuando lleguemos. ¿Lo harás, no es así? Desde el primer momento en que ponga mis pies en mi casa debes hacerme sentir que voy a ser feliz en todos los sentidos. No empieces contándome historias sobre las deudas que tenemos. Querida, quiero pedirte que seas conmigo todo lo amable que puedas, pues estoy terriblemente nervioso debido a todas las preocupaciones y pensieri, he estado de verdad muy nervioso. ¡Qué extraño será el momento en que te vea! Pensar en ti esperando, esperando mi regreso.
Espero que mi hermana Eva te simpatice. La gente dice que no es aconsejable llevar a casa una hermana, pero fue idea tuya, querida. Estoy seguro de que serás amable con ella, mi pequeña y bondadosa Nora. Y quizás dentro de dos años, tu hermana Dilly pueda quedarse con nosotros unos meses.
Querida, tengo un montón de noticias para contarte, y te las contaré cada noche en los intervalos entre las otras cosas. ¡Qué momento éste, querida! Una breve locura o el paraíso. Sé que pierdo la razón mientras dura. ¿Recuerdas qué fría eras al principio, Nora? Eres una persona muy extraña. Y a veces eres realmente muy cálida.
Cuando llegue hazme creer que hay algo de dinero. ¿Me harás una buena taza de café negro en una bonita taza pequeña? Pregunta cómo hacerlo a la llorona Glabocnik. Prepara una buena ensalada, ¿lo harás? Otra cosa, no traigas cebollas o ajos a la casa. Creerás que estoy esperando un niño. No es esto, pero no sé qué hacer de tan preocupado y excitado como estoy.
Querida, querida, querida pequeña Nora mía, adiós por esta noche. Te escribí cada noche. Ahora no soy demasiado malo: te llevaré mi regalo. ¡Oh, Dios mío, qué excitado estoy!
JIM