[¿diciembre de 1904?]
Caffé Miramar, Pola, Austria
Querida Nora, por el amor de Dios, que nada impida que esta noche seamos felices. Por favor, dime si hay algo que está mal, ya esto empezando a temblar y si no me miras pronto como antes, tendré que caminar arriba y abajo del café. Esta noche no puede molestarme nada de lo que hagas. Nada podrá hacerme sentir desgraciado. Cuando vayamos a casa te besaré cien veces. ¿Te ha molestado este compañero o te molesté yo mismo?
JIM