15 de agosto de 1904
60 Shelbourne Road
Mi querida Nora. Acaba de sonar la una. Llegué a las once y media. Desde entonces estoy sentado como un tonto en un sillón. No puedo hacer nada. No oigo otra cosa que tu voz. Estoy como un tonto oyéndote decirme «Querido». Hoy ofendí a dos personas al abandonarlas descaradamente. Deseaba oír tu voz, no la suya.
Cuando estoy contigo me despojo de mi naturaleza desconfiada y despectiva. Ahora desearía sentir tu cabeza en mi hombro. Creo que me voy a ir a la cama.
He estado media hora escribiendo esto. ¿Me escribirás algo tú? Espero que lo hagas. ¿Cómo firmaré? No firmaré nada en absoluto, pues no sé cómo hacerlo.