[¿Finales de julio de 1904?]

[Dublín]

Mi querida Nora, anoche, mientras paseaba, me encontré suspirando y recordé una vieja canción escrita hace trescientos años por el rey inglés Enrique VIII, un rey lujurioso y brutal. La canción es tan dulce y fresca y parece haber salido de un corazón tan inocente y apenado que te la envío y espero que te guste. Es extraño cómo los ángeles inspiran espíritu de belleza en tales lodazales. Las palabras expresan muy delicada y musicalmente la vaga y fatigada soledad que siento. Es una canción escrita para laúd.

JIM

Canción (para música)

Ah, the sighs that come from my heart

They grieve me passing sore!

Sith I must from my love depart

Farewell, my joy, for evermore.

I was wont her to behold

And clasp in armes twain.

And now with sighes manifold

Farewell my joy, welcome pain!

Ah methinks could I yet

(As would to God I might!)

There would no joy compare with it

Unto my heart to make it light.

Henry VIII

[¡Oh, los suspiros que salen de mi corazón

Me apenan con su dolor!

Pues debo abandonar a mi amor

Adiós para siempre, mi alegría.

Solía contemplarla

Y en mis brazos tenerla

Y ahora me lleno de suspiros

¡Adiós mi alegría y bienvenido el dolor!

Oh, me parece que si aún pudiera

(Dios podría, si quisiera)

Comparado con ello no habría alegría

Que iluminara mi corazón.]