Agradecimientos

Los autores desean expresar su agradecimiento por su cariño y apoyo, y/o el hecho de habernos aguantado mientras escribíamos esta novela a:

Lou Aronica, nuestro editor en jefe, que nunca toquetea los manuscritos y sólo hace las mejores sugerencias imaginables; Adele Leone y Richard Monaco, nuestros agentes, que lucharon como fieras por nosotros; T. E. D. Klein, ex director de la revista Twilight Zone, que nos dio todo su apoyo y sigue animándonos; el servicio de mensajería Educado y Dedicado, que nos proporcionó el telón de fondo para esta novela y nos ayudó a subsistir durante los años de las vacas flacas; nuestros padres, que no perdieron la fe en nosotros; Dennis Etchison, Harlan Ellison, Stephen King, Gardner Dozois y Karl Edward Wagner, quienes perdieron un poco de su tiempo dándonos consejos y ayudándonos con palabras amables; y a la ciudad de Nueva York, donde cualquier cosa puede ocurrir y probablemente acabará ocurriendo, por mostrarnos hasta dónde podíamos llegar.

Con un mínimo de redundancia, también nos gustaría expresar nuestra gratitud especial a Shirley, Charley, Gram, Dave, Tappan, Beth, Joel, Bob, Richard, Amy y Alan, Leslie y Adam, Matt, Krafty Polekat, Kim, Pete, Gail, Rick, Mindy, Shelley, Allison, Roy y Lauren, Mark, la mafia del rock, Cubby, Glen, Tony, Max, Curtis, Cuz, Tommmy y Cathy, Steve, Steve, Steve, Steve y a la ciudad de York.

Hay aproximadamente mil quinientos millones de personas maravillosas más a las que nos gustaría darles las gracias, pero sólo disponemos de una página. Ustedes ya saben quiénes son. Gracias.