Nota del autor

Este libro, comenzado en 1981, tardó diez años en completarse. Al menos la mitad del tiempo lo dediqué a la investigación, a entrevistar a gente en Europa y los Estados Unidos; a leer sobre la emigración italiana y sobre los gobernantes de los que huían los emigrantes; y el resto del tiempo lo dediqué a intentar plasmar en el papel el clan pintoresco y mitificado, pero pragmático, de personajes espirituales y oportunistas que pueblan mi ascendencia italiana.

Una valiosísima fuente de información acerca de estos antepasados fue el primo y mentor de mi padre en París, el difunto Antonio Cristiani, de cuya retentiva memoria saqué provecho a menudo y en abundancia antes de su muerte, en 1986, cuando tenía ya más de noventa años; también me resultó útil su diario, que conserva gran parte de la historia de su aldea natal y de nuestra familia, tal como le fue relatada por su abuelo materno, Domenico Talese. Asimismo incrementé mis conocimientos de las tradiciones del pueblo y de mis antepasados leyendo algunas extraordinarias crónicas locales publicadas privadamente, que cito en la bibliografía.

No obstante, mis esfuerzos por mantener mi propio libro dentro de los límites de la «no ficción» —es decir, que todos los datos fueran verificables— no cumplen los estrictos criterios que he seguido siempre en mis volúmenes anteriores. Por primera vez en mi vida como escritor de no ficción, en este libro he alterado algunos de los nombres de las personas. Estos cambios no afectan a ninguno de los personajes principales, entre ellos los miembros de mi familia, sino que deliberadamente he falseado los nombres de algunos personajes secundarios, bien para evitar una vergüenza y un dolor innecesarios a sus supervivientes o por razones legales.