Mis más profundos agradecimientos para:
Mi marido, mi mejor amigo, mi mayor fan, y el único hombre del mundo que entiende el interior de mi cerebro. Eres la estrella más brillante de mi universo.
Mis padres, que me han estado animando cada minuto de mi vida, sin dudar de mí ni una sola vez y sin desilusionarme jamás.
Mis hermanos, porque nadie conoce nuestras historias como nosotros. Porque nos mantenemos unidos. Porque siempre habéis creído en mí y yo siempre creeré en vosotros.
Tana y Randa, por todo. Por todos los momentos, todas las palabras de ánimo, todas las risas, todos los recuerdos preciados.
Sarah, que me dio la fuerza para ser valiente. Me diste la mano cuando más lo necesitaba y nunca lo olvidaré.
Jodi Reamer, el superhombre más increíble que he conocido. Me has llenado los días de estrellas fugaces y un día voy a arrancar la luna del cielo para ponerla en tu buzón.
Alec Shane, que me dio la oportunidad que cambió mi vida.
Tara Weikum, la mejor editora que una chica puede pedir. Eres increíble y te adoro. Todavía no me creo que haya tenido tanta suerte.
Muchas gracias a todas las personas de HarperCollins y Writer’s House que trabajaron sin descanso entre bastidores para hacer que mis sueños se volvieran realidad: Melissa Miller, Cecilia de la Campa, mis ingeniosas correctoras de estilo. ¡Gracias, gracias!
Mis primeros lectores, incluyendo a Sumayyah, Bahareh y Saba, y a mis fantásticos amigos del blog y de Twitter que hacen que mis días sean mucho más alegres e infinitamente más hermosos. Gracias por compartir mi viaje y honrarme con vuestra amistad. ¡Espero que sepáis que os adoro!
Y a cada lector que abre este libro: Bien. Sin vosotros, ¿dónde estaríamos?
¡Gracias, gracias, gracias!