REFERENTE DE UNA NUEVA POLÍTICA

¿Qué pasaría si un día

despertamos dándonos cuenta

de que somos mayoría?

¿Qué pasaría si de pronto

una injusticia, solo una,

es repudiada por todos,

todos los que somos, todos,

no unos, no algunos, sino todos?

¿Qué pasaría si en vez

de seguir divididos,

nos multiplicamos, nos sumamos

y restamos al enemigo

que interrumpe nuestro paso?

MARIO BENEDETTI

Tiene que haber una manera de hacer mejor este mundo, de organizar las cosas de otra forma. Esa idea machacona, insistente, apasionante, le ha impulsado toda una vida.

«Yo no tengo más que un discurso. Unas veces lo hago a violín, otras a trompeta, a piano (ríe). Pero la partitura es la misma. Puede haber improvisaciones de la partitura, algunas variaciones, pero es la misma música. Yo hubiera querido un partido de corte gramsciano, con los mejores hombres y mujeres entregados al pensamiento, a la acción, inmersos en el tejido social».

Julio Anguita mantiene vivo ese fuego interior. Le activa, le lleva de un lugar a otro, organizándose, luchando. Muchos aseguran que él es uno de esos seres de los que hablaba Brecht, seres imprescindibles. De los que luchan toda la vida.

En junio de 2012 tenía matriculada la tesis doctoral en una facultad universitaria de Córdoba. En los últimos meses había presentando su libro Combates de este tiempo, viajando a distintas ciudades españolas. El 15 de junio de ese año le tocaba presentar el libro en Sabadell. Aquella mañana soleada se encontraba sentado en una plaza de esa localidad catalana pensando en la presentación de aquel libro de combates. Algo ocurrió entonces.

Se encontró fortuitamente con el filósofo Paco Fernández Buey, que ya enfermo y malherido paseaba del brazo de un joven que le ayudaba a caminar. «Me acerqué a saludarle, hablamos de la situación de España. Y me sorprendió sobremanera que aquella persona cercana a la muerte me animara, nos animara a seguir luchando. En ese mismo instante cambié las palabras de mi conferencia».

Las nuevas palabras de Anguita —las que le inspiró el Buey— circularon y se multiplicaron esa misma noche y al día siguiente en la prensa digital y en todos los foros sociales de Internet.

«Hago mi compromiso, en Sabadell y para todos aquellos que en España me puedan escuchar. Asumo ser el referente de una operación política que intente cambiar el país (…). Un país donde el Estado desaparece cada día como garante de los derechos, de la educación, de la sanidad, y aparece el Estado como represión. Allí donde no hay escuela ni sanidad, aparece la Guardia Civil o la Policía Nacional (…). Ha llegado el momento de retaros amigablemente, si no lo hacéis por vosotros, hacedlo por vuestros hijos. Sed claros, decid a vuestros hijos que peleen, porque si no pelean no tienen derecho a nada.

»Creemos un bloque cívico que eche su peso de contrapoder en la balanza del poder. La política es poder, poder democrático, la ciudadanía organizada es un poder que puede ganar. Esta noche yo he empezado una guerra. El que quiera que me siga».