CONTRA LA RUTINA

En la misma Córdoba, desde Prometeo formamos a oradores de IU y del PCE para intervenir en actos públicos y debates en la campaña del referéndum sobre la llamada Constitución Europea. Quise en otra ocasión, con un equipo de diez personas, poner en marcha un mecanismo de información diaria por el cual cada militante de la provincia tendría diez breves informaciones que a modo de consigna podían comentar en su entorno más inmediato. Tenía a las personas, los equipos de internet y las ganas de emprender ese trabajo que antes se llamaba «agitación y propaganda». Solamente demandábamos que la organización provincial convocase a los militantes y organizase las bases mínimas de la estructura. Hasta hoy.

A pesar de «todo esto» pedí comparecer ante la dirección del PCE cuando lancé la idea de crear el Frente Cívico. No lo hice para pedir permiso sino para tranquilizar, informar y demostrar un sentido de lealtad en el que sigo creyendo. Eso ocurrió el 4 de octubre de 2012.

Nunca me apoltroné. Los que militamos en la idea nunca podemos apoltronarnos. Por eso tras mi marcha de los órganos de dirección, tampoco me apoltroné. Siempre me enfrenté a la rutina. Y así será hasta la hora final.