LAS DOS ORILLAS

De aquellos años es otra expresión suya, que hoy sigue manteniendo. El discurso de las dos orillas.

—Si Mariano Rajoy tiene una política económica que coincide con el PSOE… lo que pienso ahora, en 2013, es que no existe ninguna alternativa entre ambos partidos. Existe un bipartidismo en el cual hay una serie de entendimientos que sitúa a los dos partidos en la orilla derecha. Existe la alternancia en el poder. Tan solo eso. Vuelvo al discurso de las dos orillas. Y el emblema más claro, después de tantas medidas en las que han coincidido, es la reforma de la Constitución, que resulta ser el acuerdo más emblemático de todos. Por tanto no hay una oposición de izquierdas —tal y como se plantea—, quiero decir que el PSOE no lo es.

«Las dos orillas», fue un término que acuñó Julio Anguita en el año 1993. ¿Qué se viene a decir? Primero se planteó quiénes eran los aliados naturales de Izquierda Unida. En momentos puntuales los sindicatos, la gente de la calle… ¿Y con las fuerzas políticas? Con ellas era una cuestión de programas.

—Pero hay que saberlas ubicar. ¿Y dónde están, en concreto, las dos mayoritarias? Están en la orilla derecha. No dijimos: «son», porque «son» indica una esencia, y aquí no estamos en cuestiones metafísicas. Pero que «están», sí podemos decirlo. «Están», porque lo que define al «estar» es lo que se hace. Y el PSOE y el PP coinciden «pon, pon, pon», vamos haciendo una lista de hechos importantes, de líneas estratégicas en las que coinciden ambas formaciones, y entonces los sitúo a los dos en la derecha. No es que sean, es que están, que no es lo mismo. Y utilizo el símil del ajedrez: un alfil negro y otro blanco son distintos en el color, pero los dos hacen el mismo movimiento. ¿Hay diferencia entre uno y otro? Sí, en el color. Pero ambos hacen lo mismo. Y eso continúa pasando hoy en día.