Somos hijos de los días:
—¿Qué es una persona en el camino?
—Tiempo.
Los mayas, antiguos maestros de esos misterios, no han olvidado que hemos sido fundados por el tiempo y estamos hechos de tiempo, que de muerte en muerte nace.
Y saben que el tiempo reina y se burla del dinero que quiere comprarlo,
de las cirugías que quieren borrarlo, de las píldoras que quieren callarlo
y de las máquinas que quieren medirlo.
Pero cuando los indígenas de Chiapas, que se habían alzado en armas, iniciaron las conversaciones de paz, uno de los funcionarios del gobierno mexicano puso los puntos sobre las íes. Señalándose la muñeca, y señalando las muñecas de los indios, sentenció:
—Nosotros usamos relojes japoneses y ustedes también usan relojes japoneses. Para nosotros son las nueve de la mañana y para ustedes también son las nueve de la mañana. Ya déjense de fastidiar con esta cosa del tiempo.