Ocurrió el once de setiembre del año 2001, cuando el avión secuestrado por los terroristas embistió la segunda torre de Nueva York.
No bien la torre empezó a crujir, la gente huyó volando escaleras abajo.
En plena fuga, resonaron de pronto los altavoces.
Los altavoces mandaban que los empleados volvieran a sus puestos de trabajo.
Se salvaron los que no obedecieron.