La industria del entretenimiento vive del mercado de la soledad.
La industria del consuelo vive del mercado de la angustia.
La industria de la seguridad vive del mercado del miedo. La industria de la mentira vive del mercado de la estupidez.
¿Dónde miden sus éxitos? En la Bolsa.
También la industria de las armas. La cotización de sus acciones es el mejor noticiero de cada guerra.