En 1839, el embajador norteamericano en Honduras, John Lloyd Stephens, compró la ciudad maya de Copán, con dioses y todo, por cincuenta dólares.
En 1892, en las cercanías de Nueva York, un jefe indígena iroqués vendió las cuatro fajas sagradas que su comunidad guardaba desde siempre. Como las ruinas alzadas en la maleza de Copán, esas fajas de conchillas contaban la historia colectiva. El general Henry B. Carrington las compró por setenta y cinco dólares.
Para blanquear la República Dominicana, el general Rafael Leónidas Trujillo asesinó a dieciocho mil negros en 1937. Eran todos haitianos, como su abuela materna. Trujillo pagó al gobierno de Haití una indemnización de veintinueve dólares por muerto.
En el año 2001, al cabo de varios procesos por sus crímenes, el general chileno Augusto Pinochet terminó pagando una multa de 3.500 dólares. Un dólar por muerto.