Ladrones de palabras

Según el diccionario de nuestro tiempo, las buenas acciones ya no son los nobles gestos del corazón, sino las acciones que cotizan bien en la Bolsa, y la Bolsa es el escenario donde ocurren las crisis de valores.

El mercado ya no es el entrañable lugar donde uno compra frutas y verduras en el barrio. Ahora se llama Mercado un temible señor sin rostro, que dice ser eterno y nos vigila y nos castiga. Sus intérpretes anuncian: El Mercado está nervioso, y advierten: No hay que irritar al Mercado.

Comunidad internacional es el nombre de los grandes banqueros y de los jefes guerreros. Sus planes de ayuda venden salvavidas de plomo a los países que ellos ahogan y sus misiones de paz pacifican a los muertos.

En los Estados Unidos, el Ministerio de Ataques se llama Secretaría de Defensa, y se llaman bombardeos humanitarios sus diluvios de misiles contra el mundo.

En una pared, escrito por alguien, escrito por todos, leo: «A mí me duele la voz».