Marche preso el policía

Por ser la alumna ejemplar, la que mejor hacía los deberes, Argentina había vendido hasta los leones de los zoológicos y las baldosas de las veredas y debía a cada santo una vela. Entonces, a principios del año 2003, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, que tanto habían contribuido a despanzurrar el país, enviaron una misión para revisarle las cuentas.

Uno de los miembros de esta policía financiera, Jorge Baca Campodónico, iba a ocuparse de la evasión de impuestos. Él era un experto en el tema. Sabía mucho de fraudes porque estaba acostumbrado a cometerlos. No bien aterrizó en Buenos Aires, la Interpol lo metió preso.

Este funcionario tenía la captura recomendada. Sus patrones, no.