Las estadísticas dicen que son muchos los pobres del mundo, pero los pobres del mundo son muchos más que los muchos que parece que son.
La joven investigadora Catalina Álvarez Insúa ha señalado un criterio útil para corregir los cálculos:
—Pobres son los que tienen la puerta cerrada —dijo.
Cuando formuló su definición, ella tenía tres años de edad. La mejor edad para asomarse al mundo, y ver.