¿Estás ahí?

Dos trenes ingleses chocan entre sí, a la salida de la estación de Paddington.

Un bombero se abre paso, a golpes de hacha, y entra en un vagón tumbado. A través del humo, que agrega niebla a la niebla, puede ver a los pasajeros caídos unos sobre otros, maniquíes rotos en pedazos entre las maderas en astillas y los hierros retorcidos. La linterna recorre esos despojos buscando, en vano, algún signo de vida.

No se escucha ni un gemido. Sólo rompen el silencio los timbrazos de los teléfonos móviles, que llaman y llaman y llaman desde los muertos.