La comedia del siglo

En 1889, París festejó, con una gran exposición internacional, los cien años de la revolución francesa.

Argentina envió una variada muestra de frutos del país, Entre otros, mandó una familia de indios de la Tierra del Fuego. Eran once indios onas, ejemplares raros, una especie en extinción: los últimos onas estaban siendo aniquilados, en esos años, a tiros de winchester.

De los once onas enviados, dos murieron en el viaje. Los sobrevivientes fueron exhibidos en una jaula de hierro. Antropófagos sudamericanos, advertía un cartel. Durante los primeros días, no les dieron nada de comer. Los indios aullaban de hambre. Entonces, empezaron a arrojarles algunos pedacitos de carne cruda. Era carne de vaca; pero nadie quería perderse aquel espectáculo horripilante. El público, que había pagado entrada, se agolpaba en torno a la jaula donde los salvajes caníbales disputaban a zarpazos la comida.

Así fueron celebrados los primeros cien años de la Declaración de los Derechos del Hombre.