La comedia de los cinco siglos

HOY FUNCIÓN HOY: Portugal celebró a lo grande los quinientos años del desembarco de Bartolomé Días en las costas del sur del África. Convertido en un gran teatro de la nostalgia imperial, el país puso en escena al osado navegante que había llegado al Cabo de Buena Esperanza en 1487, en una época de alta gloria, cuando Dios había regalado a Portugal la mitad del mundo.

Actores vestidos al modo de los tiempos, sedas y terciopelos, finas espadas, sombreros de mucho plumaje, poblaron una copia exacta del navío de Bartolomé Días, que se hizo a la mar y puso proa al África.

En la playa sudafricana, estaba previsto, habría una multitud de negros, saltando de alegría y de gratitud ante los navegantes que habían venido, cinco siglos antes, para hacerles el favor de descubrirlos. Pero esa playa era, en 1987, exclusiva para blancos. Los negros tenían prohibida la entrada, por esas cosas del apartheid.

Una eufórica multitud de blancos, pintados de negro, recibió a los portugueses.