Marcas

Un gesto de rechazo ante los vasos de agua común y corriente, y de inmediato el sommelier apareció en la mesa y leyó en voz alta la larga lista de aguas embotelladas.

Los clientes probaron algunas marcas desconocidas en California, a unos siete dólares cada botella.

Bebieron varias, mientras comían. Muy buena les pareció el agua Amazonas, de la selva brasileña, y excelentes las marcas españolas de los Pirineos, pero la mejor fue la francesa Eau du Robinet.

Del robinet, del grifo, venían todas. Las botellas, etiquetadas por alguna imprenta cómplice, habían sido llenadas en la cocina.

Este almuerzo fue filmado, con cámara escondida, en un caro y prestigioso restorán de Los Ángeles. Y se exhibió en televisión, en el show de Penn & Teller.