TERCERA PARTE

Tratado sobre el deseo

Cuarenta y tres años. El fin de su insignificante tiempo. Su tiempo… que contempló la Infinidad desde las innumerables grietas de la vacua piel de las cosas, y murió por ello.

A.S. BYATT

Posesión

Ella siguió despacio, tomándose mucho tiempo, como si hubiera algún obstáculo en el camino; y, no obstante, como si, una vez superado, trascendiera el caminar, y volara.

RAINER MARÍA RILKE

Cegada