—¿Has mandado a Cardwell a recogerlo?
—¿Y qué problema hay?
—Que está loco, Charlie, ese es el problema.
—Es buen conductor. Es de fiar.
—Se pondrá a despotricarle al tipo hasta que lleguen y el tipo se pensará que este es un centro de chiflados evangelistas. Estamos hablando del ayudante de Lehrl, Charlie, por Dios.