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Hasta mediados de 1987, todos los intentos que hizo la Agencia Tributaria de establecer un sistema integrado de datos estuvieron plagados de problemas técnicos del sistema, muchos de ellos exacerbados por los intentos que hizo la Rama Técnica de ahorrar actualizando el antiguo equipamiento Fornix de perforación y clasificación de tarjetas para que pudiera trabajar con tarjetas Powers de noventa y seis columnas en lugar de las Hollerith originales de ochenta[106].

Hay un problema técnico en concreto que es relevante para lo que nos ocupa. Los sistemas de base COBOL de la División de Personal y Formación hacía tiempo que presentaban ocasionalmente una serie de problemas especiales denominados «redundancias fantasmales» en el procesamiento de los ascensos de los empleados. El problema resultaba especialmente agudo en el caso del personal de Examen debido a las tasas especialmente altas de reclutamientos y ascensos entre el personal del CRE. Supongamos, por ejemplo, que el señor Perico D. Palotes, examinador de a pie con rango GS-9, era ascendido al rango de GS-11. El sistema generaba entonces un expediente nuevo de personal y a continuación reconocía dos expedientes distintos para lo que parecían ser dos empleados distintos, Perico D. Palotes el GS-9 y Perico D. Palotes el GS-11, causando un lío y una confusión extraordinarios de cara a los protocolos tanto de nóminas como de planificación de sistemas de comunicación interna de más adelante.

Como parte de un plan de eliminación de problemas técnicos pertenecientes a muchos flancos que se ejecutó en 1984, se introdujo una subrutina GO TO en la sección FILE de todos los sistemas informáticos de Personal: en los casos en que parecía haber dos empleados distintos provistos del mismo nombre y del mismo código de Destinación de la Agencia Tributaria, ahora el sistema únicamente reconocía al «Perico D. Palotes» de mayor rango[107]. Esto condujo de manera bastante directa a la metedura de pata que tuvo lugar en el Centro 047 de la Agencia Tributaria en mayo de 1985. En la práctica, David F. Wallace, de rango GS-9 y de veinte años de edad, nacido en Philo, Illinois, no existía; su expediente había sido borrado o bien absorbido por el de David F. Wallace, de rango GS-13 y de treinta y nueve años de edad, procedente del CRE del Nordeste situado en Filadelfia. Aquella absorción tuvo lugar en el instante mismo en que se generaron el formulario 140-PO de destinación y el formulario 140(c)-RT de Traslado Regional de David F. Wallace (el de GS-13), instante al que dos administradores de sistemas distintos de las regiones del Nordeste y del Medio Oeste iban a tener más tarde que volver repasando 2.110.000 líneas combinadas de código registrado a fin de encontrar y cancelar la absorción del comando GO TO. Por supuesto, a David F. Wallace (el de GS-9, antes GS-13, es decir, el David F. Wallace de Philo, Illinois) nadie le explicó nada de esto con detalle hasta mucho más tarde, después de que se acabara toda la turbación administrativa y se retiraran diversas acusaciones extravagantes.

El problema no era, en otras palabras, que nadie de la oficina de Personal y Formación del Centro Regional de Examen del Medio Oeste se hubiera dado cuenta de que había dos David F. Wallace distintos programados para ingresar y ser procesados en el CRE del Medio Oeste en dos días sucesivos; el problema era que el sistema informático de la oficina reconoció a uno solo de esos dos David F. Wallace y le generó una tarjeta Powers y un Formulario de Protocolo de Ingreso, y luego ese mismo sistema llevó a cabo una fusión entre a) el empleado de mayor rango que estaba siendo trasladado desde Filadelfia y b) el empleado cuya llegada física estaba programada primero en el sistema, que no era otro que el efebo de veinte años procedente de Philo, de quien el sistema también señalaba, llevando a cabo otra fusión, que llegaba en el vuelo 4130 de Continental procedente del aeropuerto Midway de Chicago (debido a la información de viaje y billetes que se generaba como resultado de los datos de llegada del formulario 140[c]-RT) y no en un autobús Trailway, razón por la cual no había nadie esperando para recibir y transportar al supuesto empleado valioso y de élite David F. Wallace en la terminal de autobuses de Peoria el 15 de mayo, y por la cual el segundo David F. Wallace (el «verdadero»), que llegó al CRE usando un taxi comercial normal y corriente al día siguiente —y parece ser que aquel otro David Wallace de más edad era tan sumiso y pasivo que ni siquiera se dio cuenta de que se había producido una cagada en los transportes del CRE, que su rango y su valor merecían una recogida especial con su nombre en un letrero de cartón, o que por lo menos el taxista le tenía que hacer un recibo para que le pudieran reembolsar el importe, y que además llegaba para un traslado permanente y para un cambio completo de residencia con su vida entera (casi increíble) metida en una sola maleta de las que se llevan en la cabina del pasaje—, por la cual aquel David F. Wallace de mayor edad y de élite y mucho más valorado se pasó casi dos días enteros de trabajo con sus copias fotocopiadas de los impresos 140 y con su maleta marrón barata primero en las colas de la oficina de Ingresos para funcionarios de rango GS-13 y luego en los mostradores de Resolución de Problemas del vestíbulo del edificio principal del CRE, a continuación sentado en una esquina del vestíbulo y por fin en las oficinas de Seguridad situadas junto al pasillo sudeste del Nivel 2[108], sentado allí con su cara neótona vacía de expresión y con el sombrero sobre el regazo, incapaz de proceder, dado que por supuesto en el sistema informático de la burocracia constaba que ya había pasado por Ingresos y ya había recibido su documento de identidad y su insignia del Centro 047; y en ese caso, ¿dónde estaban su insignia y su documento de identidad?, no paraba de preguntarle un empleado a tiempo parcial de Seguridad, y se lo volvía a preguntar cada vez que comprobaba el sistema, ¿y si no los había perdido, por qué no podía enseñárselos? Y un largo etcétera[109].

En el Centro Informático Nacional de la Agencia Tributaria situado en Martinsburg, Wirginia Occidental[110], el problema de la «conflación fantasmal» de los empleados con nombres idénticos ya se había reconocido en diciembre de 1984 —gracias principalmente a un espantoso jaleo en el que habían tomado parte dos mujeres distintas llamadas Mary A. Taylor en el Centro de Servicios de la Región Sudeste de Atlanta— y los programadores de la Rama Técnica ya estaban en pleno proceso de insertar una sub-subrutina BLOCK y RESET que cancelara la subrutina GO TO para los treinta y dos apellidos más comunes de Estados Unidos, a saber: Smith, Johnson, Williams, Brown, etcétera. Pero de acuerdo con las cifras del Censo Estadounidense de 1980[111], Wallace solamente ocupaba el puesto 104 de la lista de apellidos más comunes en América, en la parte baja de la lista entre Sullivan y Cole; y cualquier cancelación del GO TO que aceptara más de treinta y dos apellidos corría un riesgo importante de volver a introducir el problema original de la «redundancia fantasmal». Resumiendo, que el nombre David F. Wallace caía en esa zona intermedia estadística donde el subsiguiente problema de la «conflación fantasmal» resultado de la corrección original de problemas técnicos todavía podía causar problemas y aflicciones significativos, sobre todo para cualquier empleado que fuera demasiado nuevo para entender el porqué o el origen de aquellas acusaciones que iban desde fraude contractual hasta «suplantación de identidad de un inmersivo», que era, esta última, una acusación sin precedentes que es muy posible que simplemente fuera inventada sin más por los sicarios de Dick Tate a fin de desviar lo que en un momento dado temieron que se pudiera interpretar como negligencia o error administrativo por parte del Personal del CRE, un miedo que incluso el señor Stecyk, el Subdirector de Personal, admitió que no era más que simple paranoia burocrática, después de que el David Wallace «falso» (es decir, el autor)[112] fuera a verlo y más o menos se tirara a sus pies suplicando piedad.