Jesús del Ande y su mano
medio a medio lo partieron…
Media Res triunfó en la Vida,
Media Res penó en Infierno.
Con una fuercita y otra
él hizo sus maravillas.
¡Qué cosas no le cantara
si en entero se lucía!
Avancen medias palabras
para promediar sus hechos,
que es de mirar y no creer
tan imposibles sucesos…
La de los siete quintales,
por un medio manejada,
de cada tajo que dio
¡levantó mil algaradas!
Es de medieros pensar
en que haya mitad que pueda
con el medio de unas fuerzas
labrar hazañas completas.
Medio más medio hacen uno,
según rezan sabias cuentas.
¡Hay unos medios que valen
por uno, entre suma y resta!
Una y dos son las palabras
que, para cantar, me dieron…
Una y dos son altas glorias
cuando se le canta a un medio.
—¿Procede bien quien se burla
de un partido y sus hazañas?
—No, mi niña, y yo retiro
a tan burlescas palabras.
Era de verlo delgado
por tajo que lo mediaba,
pero, delgadito y todo,
¡al Diablo me lo achicaba!
Aquí se acaba el compuesto,
entre lo medio y lo entero,
que en palabras sin medida
¡los versos son sin gobierno!…
(Tonada que un cantor sanjuanino compuso, entre queriendo quedar bien y burlarse de Media Res).