Se lo dedico, como todo lo que hago, a Diane y a nuestros hijos. Su apoyo durante este largo viaje ha hecho que la experiencia fuera realmente maravillosa.
También debo expresar mi sincero agradecimiento y estima a Mary Kirchoff. Ella me encontró en un lodazal hace veinte años y me dio algo así como una oportunidad cuando era un joven escritor. Dos décadas después volvió a encontrarme y me trajo de vuelta a Tor Books para continuar mi obra de las Guerras Demoníacas. Este libro va, pues, para Mary, una querida amiga, una editora fabulosa (¡otra vez!)…, pero, por encima de todo, una querida amiga.
Escribir este libro me dio algo que había deseado durante mucho, mucho tiempo: la ocasión de trabajar con Tom Doherty. Tom es un editor de la vieja escuela, tal vez el último vestigio de los días en que cada decisión no tenía que subir por una cadena de mando y bajar por otra. Él siempre reparte buen juego. Todo lo que puedo decir sobre mis expectativas es que se cumplió todo lo anunciado. Estoy orgulloso de formar parte ahora de la familia Tor. Sólo me he encontrado con competencia, entusiasmo y el constante recordatorio de que, al cabo del día, esto debía resultar divertido.