Después de haberse librado de la guillotina, el perfumista de María Antonieta solo tenía una ambición: terminar sus días en paz en un confortable retiro. Pero no fue así y, después de un tiempo, volvió a su tienda de la calle de Roule, a la que los nuevos compradores, que no tenían su reputación ni su experiencia, llevaban a la ruina. Con el Directorio, perfumó a petimetres, jóvenes a la moda y presumidas. Con el Imperio se convirtió en «perfumista destilador con patente de proveedor de la emperatriz». Sin embargo, su salud había quedado arruinada por la prisión y murió el 9 de noviembre de 1806 a la edad de cincuenta y ocho años, en su departamento de la calle de Roule.
Su viuda y sus hijos formaron una sociedad para la explotación de sus productos. Después de la muerte de Victoire, se convirtió en la razón social Fargeon frères, pero se disolvió el 17 de julio de 1815. Auguste-Frédéric conservó la tienda de la calle de Roule mientras que Antoine-Louis se instaló con el nombre de Fargeon jeune en el número 13 de la calle Vivienne. Se dividieron amistosamente el material, la clientela y se pusieron de acuerdo para explotar juntos las recetas y fórmulas familiares. La apertura de la calle Rivoli obligó a Antoine-Louis a trasladar su tienda al número 319 de la calle Saint-Honoré, donde la explotó hasta 1830. Auguste-Frédéric se convirtió en perfumista del rey y de la «nueva corte», así como de Su Alteza Real, la duquesa de Berry. Traspasó su negocio en 1824 a Jean-Baptiste Gellé. La casa Gellé frères tuvo fama hasta 1914 por sus «productos salidos de la ciencia». La fábrica estaba instalada en Neuilly, cerca de la puerta Maillot. Destruida por el bombardeo prusiano de 1870, fue reconstruida en Levallois-Perret, no lejos de la perfumería Oriza, fundada por el primo que había recomendado a Jean-Louis Fargeon a la viuda Vigier.
Entre los proveedores de la reina que escaparon de la guillotina, Rose Bertin se retiró a su casa de Epinay y murió allí en 1813. El despierto peluquero Léonard —cuyo hermano murió con Chénier— pudo emigrar, vivió en Alemania y en Moscú antes de volver a Francia con el reinado de Luis XVIII. Nunca recuperó su fortuna y murió en 1820. La propiedad de Suresnes, que Jean-Louis Fargeon había comprado en 1786, limitaba con el castillo de la Source, que pertenecía al conde de Skelton. Un siglo y medio más tarde pasó al célebre perfumista François Coty, que la convirtió en su casa e instaló en ella su Ciudad de los Perfumes en 1904.