¿Que cómo, en fin, tenía yo los brazos? Verá usted; yo vivía en una casa de dos piezas. En una me vestía y en la otra me desnudaba. Y siempre ha habido curiosos que se interesen en ver y en suponer. Ahora me querrían ver los brazos. Entonces ellos querían verme lo que usted ve. Y yo, en ese momento, trataba de cerrar la ventana.
Salvador Novo, Confesiones de pequeños filósofos.
Yo que estoy la barba en la mano… meditabundo… Todos ustedes son también un poco pensadores… A cierta hora del día… o de la noche… todos ustedes toman mi postura…
Salvador Novo, Confesiones de pequeños filósofos.