Un padre y una madre centauros contemplan a su hijo, que juguetea en una playa mediterránea. El padre se vuelve hacia la madre y le pregunta: ¿debemos decirle que solamente es un mito?
Kostas Axelos, Cuentos filo-sóficos.
Un mandarín chino propuso una vez al gobernador de una provincia esta medida que no tardó en adoptarse. En el momento en que la víctima debía colocar la cabeza sobre el tajo para que el verdugo pudiese cortarla, un caballero enjaezado llegaba a todo galope y gritaba: ¡Alto! ¡El Señor ha indultado al condenado a muerte! Y en ese instante de euforia suprema, el verdugo cortaba la cabeza al feliz mortal.
Kostas Axelos, Cuentos filo-sóficos.
La energía atómica encadenada se ha desencadenado finalmente y ha destruido toda vida humana en el planeta. Solamente un habitante de un rascacielos de Chicago se ha salvado. Después de haber comido y bebido lo que había en su nevera, visto y oído su biblioteca ideal, su museo imaginario y su discoteca real, desesperado de no verse morir, decide suprimirse y se arroja al vacío desde lo alto del piso cuarenta. En el momento en que pasa por delante del primer piso oye sonar el teléfono.
Kostas Axelos, Cuentos filo-sóficos.
Un estudiante alemán va una noche a un baile. En él descubre a una joven, muy bella, de cabellos muy oscuros, de tez muy pálida. En torno a su largo cuello, una delgada cinta negra, con un nudito. El estudiante baila toda la noche con ella. Al amanecer, la lleva a su buhardilla. Cuando comienza a desnudarla, la joven le dice, implorándole, que no le quite la cinta que lleva en torno al cuello. La tiene completamente desnuda en sus brazos con su cintila puesta. Se aman; y después se duermen. Cuando el estudiante se despierta el primero, mira, colocado sobre el almohadón blanco, el rostro dormido de la joven que sigue llevando su cinta negra en torno al cuello. Con gesto preciso deshace el nudo. Y la cabeza de la joven rueda por la tierra.
Kostas Axelos, Cuentos filo-sóficos.