Juan Pedro Aparicio

EL PRESENTIMIENTO

La familia rodeaba al moribundo.

El moribundo habló con lentitud:

—Siempre creí que yo no viviría mucho.

Los niños clavaban en él sus conmovidos ojos.

El moribundo continuó tras un suspiro:

—Siempre tuve el presentimiento de que me iba a morir muy pronto.

El reloj del comedor tocó la media y el moribundo tragó saliva.

—Luego, a medida que he ido viviendo, llegué a creer que mi presentimiento era falso.

El moribundo concluyó juntando las manos:

—Ahora, ya veis: con 86 años bien cumplidos comprendo que ese presentimiento ha sido la mayor verdad de mi vida.

Juan Pedro Aparicio, Cuentos del origen del mono.