José Martí

Hay un cuento muy lindo de una niña que estaba enamorada de la luna, y no la podían sacar al jardín cuando había luna en el cielo, porque le tendía los brazos con si la quisiera coger, y se desmayaba de la desesperación porque la luna no venía; hasta que un día, de tanto llorar, la niña se murió en una noche de luna llena.

José Martí, La Edad de Oro.

Acurrucado: se quedó en esqueleto: se consumió sin morir: se le cayeron los ojos: le queda pelo en las cejas, y un tufo sobre la frente en el cráneo mondado: se le conoce que vive en que tiembla: a retazos caído el vestido: lacras de huesos por entre el vestido podrido: omóplato desnudo. Vivo que no pudo amar. ¿Por qué está así? Le quieren arrancar a la fuerza su secreto. Se defiende con los huesos, se aprieta con las manos el lugar del corazón. De entre los huesos empolvados sale el amor, con un cuchillo de plata fina, un cuchillo diminuto, cabeza de mujer, hoja de lengua, que lo atraviesa de parte a parte, y cuando le arrancan el dolor, rueda por tierra, muerto.

José Martí, Cuadernos de apuntes.