John Barth

En las primeras páginas de una de las novelas de Pynchon, Gravity Rainbow, el protagonista, Tyrone Slothrop, un estudiante de la Universidad de Harvard, se emborracha en 1938 en un famoso salón de baile de Nueva York con unos compañeros de universidad (entre los que se encuentra el joven Jack Kennedy). En un momento dado, se encuentra mal y decide ir al retrete a vomitar (el limpiabotas de ese retrete es el joven Malcom X, el futuro líder de los Black Muslims). Mientras está devolviendo, pierde uno de los objetos que más aprecia, una armónica; se le cae del bolsillo de la camisa y se pierde en el retrete. Eso ocurre en la página 63 de la primera edición norteamericana de la novela. Pues bien, 600 páginas más adelante y al cabo de bastantes años, paseando entre las ruinas de la Alemania de finales de la Segunda Guerra Mundial, Tyrone Slothrop ve algo que reluce en el suelo, en medio de un bosque. Es una armónica. La lava en el riachuelo de la montaña y se la mete en el bolsillo. Pero aunque Tyrone no lo sabe, es exactamente la misma armónica que perdió en el retrete del Roseland Ballrom en 1938, que ha aparecido en Alemania del mismo modo misterioso en que el Arthur Gordon Pym de Edgar A. Poe aparece en Nueva York después de desaparecer por el abismo del Polo Sur.

John Barth, La conexión española.