Heinz Woltereck

Según un cuento viejo, pero bueno, cuando estaban construyendo la cúpula de San Esteban, se cayó un albañil. «¡Esto es tener suerte!», murmuró el hombre con asombro al llegar, ileso, al suelo. Al día siguiente se repitió la caída, mas esta vez tuvo el albañil por milagro que no le pasara nada. Pero al caerse por tercera vez y quedar sano y salvo de nuevo, exclamó con indiferencia: «¡Ya está uno acostumbrado!».

Heinz Woltereck, La vida inverosímil. Introducción a la biología animal.