Doña Trinidad Haedo de Rivarola, que vivía en el Barrio del Alto, oía misa todas las mañanas en San Francisco. Un día, al salir como de costumbre, oyó cantar a su canario, se detuvo y dijo:
—Pobre canario. Nunca se acuerdan de ponerle su hojita de lechuga.
Trajo la lechuga, subió a una silla baja y al poner la hojita en la jaula, perdió pie y se mato.
Threescore Years an Ten in the La Plata Basin. (Buenos Aires, 1876) del Reverendo Christopher Stiling.