Berlot Brecht

EL ESCLAVO DE SUS FINES

—Todas las mañanas mi vecino pone música en un gramófono. ¿Por qué pone música? Dicen que para hacer gimnasia. ¿Por qué hace gimnasia? Porque, según dice, necesita fortalecer sus músculos. ¿Para qué necesita fortalecer sus músculos? Porque, como él mismo asegura, ha de vencer a los enemigos que tiene en la ciudad. ¿Por qué necesita vencer a su enemigos? Porque, según he oído decir, no quiere quedarse sin comer.

Tras enterarse de que su vecino ponía música para hacer gimnasia, hacía gimnasia para fortalecer sus músculos, fortalecía sus músculos para vencer a sus enemigos y vencía a sus enemigos para comer, el señor K. Preguntó:

—¿Y por qué come?

Bertolt Brecht, Historias del señor Keuner.

EL REENCUENTRO

Un hombre que hacía mucho tiempo que no veía al señor K. le saludó con estas palabras:

—No ha cambiado usted nada.

—¡Oh! —exclamó el señor K., empalideciendo.

Bertolt Brecht, Historias del señor Keuner.