Cuando fue a cruzar la calle, el semáforo se puso en verde y tuvo que esperar a que pasaran los antílopes, los elefantes, los leones, las serpientes.
Ángel Pérez Pascual.
Alguien a su espalda le tapó los ojos, pero nunca supo quién era, tan sólo que tenía muy fría la mano.
Ángel Pérez Pascual.