Muchas gracias a la gente de Pan MacMillan por prestarme su maravilloso apoyo y su talento, en particular Cate Paterson, Samantha Sainsbury, Alexandra Nahlous, Julia Stiles y Charlotte Ree.
Gracias asimismo a mis editoras internacionales (procuro hablar con vosotras lo más a menudo posible): Amy Einhorn y Elizabeth Stein, de Amy Einhorn Books, en Estados Unidos; Samantha Humphreys y Celine Kelly, de Penguin, en Reino Unido, y Daniela Jarzynka y Bastei Luebbe en Alemania.
Mi agradecimiento más sincero para mi amiga Lena Spark por su asesoramiento médico y por haber respondido a mis algo truculentas preguntas mientras empujábamos los columpios de nuestras hijas en el parque. Los errores son de mi exclusiva responsabilidad.
Gracias a mis amigas Petronella McGovern y Margaret Palisi por suministrarme información importante sobre el mundo de la educación primaria. Gracias a mis queridas hermanas por ser mis queridas hermanas: Jaclyn Moriarty, Katrina Harrington, Fiona Ostric y Nicola Moriarty. Gracias a Adam por las tazas de té y a George y Anna por dejarme «trabajar en el ordenador». Gracias a Anna Kuper por la amabilidad de animar a George y Anna a dejarme trabajar en el ordenador.
Gracias a mi agente Fiona Inglis y a todo el mundo en Curtis Brown. Gracias también a mis colegas escritoras Dianne Blacklock y Ber Carroll. Viajar por ahí con vosotras dos al lado siempre es mucho más divertido.
Y, lo más importante de todo, gracias a quienes me leéis, especialmente a quienes os tomáis la molestia de escribirme. Estoy vergonzosamente enganchada a vuestros correos electrónicos y comentarios en Facebook y en el blog.
El libro Berlin, The Biography of a City, de Anthony Read y David Fisher, ha sido una ayuda inestimable para escribir esta novela.