Los bombardeos

La aviación republicana bombardeó escasos núcleos de población desde febrero de 1939 y durante la batalla del Ebro llevó a cabo algunos ataques contra los pueblos de la Terra Alta, el más importante tuvo lugar en Bot el 3 de septiembre.

Los ataques aéreos nacionales sobre ciudades de retaguardia habían sido importantes antes de la batalla, como se ha referido en páginas anteriores. Durante éstas, las principales acciones se concentraron en los puentes y pasarelas del río, además de apoyar los asaltos contra las posiciones republicanas.

La proximidad del frente, el terror a los bombardeos y la artillería, el pánico a las tropas nacionales y, sobre todo, a los moros, de quienes se contaban atrocidades, acabó de empujar a la población civil fuera de sus casas para buscar refugio en los masos, o en pueblos más a retaguardia. Los refugiados, procedentes de todos sitios, se hicieron multitud.