Intentos de diversión

Para engañar al enemigo y disimular el lugar del ataque principal, rojo había preparado dos maniobras secundarias, que lograron distinta fortuna. Al norte del desembarco principal, la 42.ª división debía cruzar el Ebro en la zona de Mequinenza para estableces una cabeza de puente.

Las barcas cruzaron silenciosamente y desembarcaron tres batallones que penetraron en el territorio, se situaron a la espalda de los nacionales y, con las primeras luces, los atacaron por sorpresa tomando centenares de prisioneros y una batería de 155 milímetros.

La suerte fue radicalmente distinta en la segunda operación secundaria, prevista cerca de Amposta, al sur de la gran maniobra, a cargo de la 14.ª Brigada Internacional, francobelga.

Yagüe había situado allí mayores efectivos, la 105.ª División, porque el terreno era más adecuado para una incursión republicana. Los primeros botes de los internacionales fueron recibidos a tiros en la isla de Gracià; unas barcas se hundieron y las otras se retiraron tras perder casi la mitad de sus efectivos. Al oeste de Amposta el desembarco fue recibido con fuego de ametralladora, que causó numerosas bajas. En Campredó se lanzaron al agua nadadores con granadas de mano, seguidos por las barcas y, tras un tiroteo violento, sólo pudieron apoderarse de un pequeño espacio de terreno. Ese fracaso del sector de Amposta fue el único en una operación tan amplia, aunque permitió al ejército republicano distraer numerosos efectivos de las tropas de Yagüe, que debieron permanecer en el sur, sin trasladarse a las zonas más calientes del combate.