«En la formación y estímulo del proceso de la independencia latinoamericana jugó un papel importante una sociedad secreta, conocida generalmente con el nombre de Logia Lautarina, que se ramificó en diversos sitios del continente y que después de la batalla de Chacabuco (Chile), en 1817, mantuvo por varios años un papel decisivo en las políticas hispanoamericanas.
»Sobre su origen y entronques se ha escrito mucho, usándose más la conjetura que los testimonios científicos para apuntalar las afirmaciones. Hoy, en presencia de nuevas y concluyentes pruebas documentales, es posible hacer al respecto un diagnóstico fundado. Se ha sostenido que la citada organización secreta fue una logia masónica instituida en Londres por el venezolano Francisco de Miranda y esparcida luego a Cádiz y a América. ¿Qué hay al respecto de verdad?…
»… también conocida como Logia de los Caballeros Racionales, el apelativo Lautarina se debe a los relatos que contó Bernardo O’Higgins a Miranda acerca de las hazañas de este guerrero araucano en contra de la dominación española. Su objetivo era lograr la independencia de América, estableciendo un sistema republicano unitario y un gobierno unipersonal. Aunque nació y se desarrolló principalmente en Chile y Argentina, su influencia se extendió por otros países sudamericanos como Perú y Uruguay. Su organización y estructura estaba inspirada en la masonería y en sus inicios fue dirigida por José de Gurruchaga, masón de formación. Su carácter de sociedad secreta ayudó a coordinar y establecer contactos entre muchos de los líderes de la independencia del subcontinente. Miembros destacados del grupo fueron Bernardo O’Higgins y José de San Martín, también José Miguel Carrera, Juan Martín de Puyrredón, Bernardo de Monteagudo, Simón Bolívar y Andrés Bello. O’Higgins, de facto, fue el autor de la constitución matriz de la Logia».
Jaime Eyzaguirre.
La Logia Lautarina (Ed. Francisco de Aguirre, 1973)