—Departamento de Filología Clásica, buenos días.

—¿Podría hablar con el profesor Esteve Puig?

—El profesor estará en Argentina durante tres semanas.

—¿Es usted su secretaria?

—Sí. ¿Con quién hablo, por favor?

—Soy Ángel María González Villanueva, catedrático de veterinaria. Hace unos días envié un paquete con una carta al profesor Esteve, ¿sabe usted si llegó al departamento?

—Sí, el profesor lo tiene todo en su mesa de despacho para cuando regrese.

—¿Habría alguna forma de contactar con el profesor?

—Él me llama de vez en cuando, si quiere puedo decirle que usted ha llamado y sugerirle que trate de localizarlo. ¿Se trata de algo urgente?

—Bueno no, no del todo. Si acaso dígale por favor que me llame tan pronto llegue a Barcelona.

—Muy bien, así lo haré.

—Muchas gracias.