Paula se acurruca junto a Mark para resguardarse del frío mientras comen. Esta noche hay caldo. La porción es pequeña pero está tan calentito que sienta de maravilla, templando el cuerpo y satisfaciendo los estómagos. A Paula nunca le había gustado el caldo pero se lo toma sin rechistar, sorbiendo de la cuchara a pesar de que su madre siempre le decía que era de mala educación sorber. Mark no le dice nada, sólo la abraza con una mano y come con la otra. Y a Paula le parece bien.
Al otro lado de la mesa está junior. Pluto descansa a sus pies, ahora por fin más tranquilo. Antes se puso a ladrar al ver a Logan y Mark tuvo que sujetarle de la correa. Logan les explicó que siempre había tenido fobia a los perros y los animales notaban esas cosas. Paula sabe que es verdad que los animales notan esas cosas, también se lo dijo su madre y una profesora que tuvo cuando todavía existían los colegios también les dijo lo mismo. No echa de menos los colegios. Los recreos sí, pero los colegios no. En los recreos podía jugar con sus amigas y se lo pasaba bien. Había una chica, tenía un año más que ella, a la que todo el mundo llamaba Sally La Mentirosa porque solía inventarse historias en las que ella siempre era la protagonista. Nadie se lo decía a la cara, claro, pero Paula siempre sabía cuándo estaba mintiendo. Y cuando Logan habló sobre su fobia a los animales, a Paula le pareció que mentía.
A Paula no le gusta Logan. Sabe que Mark está vivo en parte gracias a él y a ese chico extranjero que tuvieron que enterrar en la casa de los Finney, pero eso no hace que le guste. A veces le ha descubierto mirándola y no le gusta esa mirada. La hace sentir incómoda.
Pero le da miedo contárselo a Mark y que piense que es una niña tonta.
Tom entra en el jardín en ese momento, silbando y contento por algo que ninguno de ellos entiende porque no saben nada de la conversación que acaba de tener.
Tom tampoco le gusta a Paula. Sin embargo, sí que le gusta Stan. A pesar de sus gruñidos, Paula sabe que esconde un gran corazón debajo. Y luego está Brad. Ese hombre le da pena. Le parece que tiene miedo constantemente y prácticamente no habla con nadie. Ella misma ha pensado en acercarse un par de veces y decirle algo pero sabe que no funcionaría. Y además, no está segura de que Mark aprobara la idea.
Los otros dos chicos, Shane y Neil, le dan un poco de miedo. A veces Neil es simpático con ella y le revuelve el pelo. Shane es más reservado pero Paula lo entiende. Son mayores para estar jugando con ella y con Junior. Rodger, el padre de Shane, es poco hablador. Está triste, eso lo nota.
Ace y Rachel sí que le gustan, y mucho además. Y el niño es una monada. A Paula le parece que si esto fuera una película romántica, Ace y Rachel acabarían juntos. La noche anterior se lo dijo a Mark y él se rio. Le gusta hacer reír a Mark. Cuando Mark se ríe luego le hace cosquillas o le da besos en la mejilla.
Le gustaría repetir caldo.