Mark echa a correr antes de que Logan tenga tiempo de reaccionar. Prácticamente vuela sobre el muro.
—¡Mark!
Logan echa un vistazo a los zombies que han estado a punto de comerse a Mark y se encoge de hombros. Tampoco tiene nada que hacer ahí. Se guarda la pistola, sin balas y con la culata manchada de sangre y sesos, y se lanza a la carrera tras Mark, pensando en que basta una sola mala pisada para caer al suelo. En el mejor de los casos, se rompería el cuello en la caída y eso sería el final.
—¡Mark, espera!
Mark se detiene y vuelve la vista atrás. Espera a que Logan le alcance.
—Voy contigo.
—Tengo que encontrarla antes que ellos —casi ruega Mark.
—¿Dónde está?
—Stan se la llevó a casa. Es… —Mark mira hacia delante. En la oscuridad, resulta difícil orientarse, pero acaba señalando el techo de un chalet—, aquella.
—Tendremos que cruzar varias parcelas para llegar hasta allí. Y una calle.
Mark le mira, suplicante.
—Bueno, empecemos. Los jardines deberían estar vacíos y si no hacemos ruido, puede que logremos no llamar su atención.
Mark y Logan saltan al interior de una parcela y miran a su alrededor. Nada se mueve allí y la puerta que lleva a la calle está cerrada. Mark no sabe de quién es esa casa, pero intuye que es una de las que están deshabitadas la mayor parte del año, utilizadas como residencia de verano o algo así. Todas las persianas están bajadas.
—Vamos —susurra Logan.
Se ponen en marcha. Cruzan el jardín hasta llegar a la frontera con la siguiente parcela. Un seto bien cuidado y frondoso les impide ver al otro lado.
—Supongo que en medio hay una verja de separación —dice Logan.
—¿Cómo cruzamos?
Logan mira a su alrededor, pero el jardín está vacío. Entrecruza las manos y se las ofrece a Mark para que apoye el pie. Mark le mira, dudando, y Logan se encoge de hombros. Finalmente, apoya el pie en las manos de Logan y este le impulsa hacia arriba. Agarrándose al seto, Mark intenta afianzarse en algún sitio para poder saltar al otro lado, pero cada vez que apoya su peso en el seto, este cede y amenaza con dejarle caer. En un momento dado pierde pie y cae, arañándose la cara y derribando a Logan en el proceso. Mark se pone de pie, nervioso.
—¡Tenemos que cruzar!
—Tranquilo…
—¡No puedo estar tranquilo! ¡Paula podría estar en peligro!
Logan asiente y le indica que guarde silencio poniendo el dedo índice sobre sus labios. Mark obedece a regañadientes y Logan mira de nuevo alrededor. El jardín, otra vez, no ofrece ninguna ayuda.
—Por debajo —dice Mark.
—¿Cómo?
—Por debajo.
Mark se agacha y aparta unas ramas del seto, lo suficiente para tener visible la verja que separa los dos jardines. Logan se agacha junto a él, reticente.
—No son verjas de seguridad. No están ahí para impedir que alguien entre. Son meramente divisorias.
—¿Y? —pregunta Logan.
—Que no estarán enterradas. Podemos levantar la parte baja de la verja y atravesar por aquí.
Logan suspira y se encoge de hombros. Mark se arrastra por el suelo y agarra la parte inferior de la verja con las manos. Intenta doblarla hacia arriba, pero encuentra que es más resistente de lo que pensaba. Logan le mira hacer y se pone en pie.
—La escalera nos vendría de puta madre ahora mismo.
Mark agarra un pequeño palo, de veinte centímetros de largo y no más ancho que el cuello de una botella de coca cola, y empieza a cavar bajo la verja. Se mueve rápidamente, impulsando la tierra hacia su espalda. Logan se aparta para evitar que la tierra le golpee y resopla.
—Venga ya…
Pero Mark no le hace caso. Sigue rascando la tierra con un impulso sobrenatural. Logan se da la vuelta y camina hacia la casa. Ve un sensor de alarma junto a la puerta, pero en la situación en la que se encuentran ese sensor no tiene la menor utilidad. Se detiene en el porche. Hay dos sillones y un par de mesitas bajas, todo cubierto por plásticos para la lluvia. Nada que le sirva. Se gira de nuevo y mira a Mark, que continúa tumbado en el suelo lanzando tierra hacia su espalda.
Se le ocurre. Casi se imagina la bombilla encendiéndose junto a su cabeza. Corre de regreso hacia donde está Mark.
—Eh —le susurra. Mark no se detiene. Logan se agacha y le agarra del brazo. Ahora sí, Mark se gira y le mira, reprochándole que le haya detenido con la mirada. Logan sonríe—. Tengo una idea mejor que el pequeño hoyo de la gran evasión que estás haciendo.
—Dime.
Logan le tiende una mano que Mark tarda unos segundos en aceptar.
—Sigo diciendo que por arriba es mejor que por abajo.
Logan lleva a Mark hasta el recibidor de la casa y le señala los sillones cubiertos. Mark frunce el ceño.
—Tan sencillo como parece. Llevamos los sillones hasta allí, los usamos para subir. Fácil, rápido y sin arrastrarnos por el suelo.
Dicho y hecho, levantan la cubierta de plástico de uno de los sillones. De estructura de aluminio, el sillón es de rattan oscuro. Entre los dos lo cargan hasta el seto en medio minuto y regresan corriendo a por el segundo sofá. Este es más largo que el anterior, pero no les lleva mucho tiempo llevarlo hasta donde han dejado el primero. Jadeando, lo dejan en el suelo junto al otro y después lo colocan en vertical y lo dejan caer sobre el seto, para que quede inclinado.
Valiéndose del primer sofá como escalón, Mark escala por el que han dejado inclinado por el seto y se asoma por encima para ver el jardín de enfrente. Levanta una mano cerrada con el pulgar alzado, y se prepara para saltar. Son casi dos metros de caída y Mark teme romperse algo. Sin embargo, la urgencia que siente por localizar a Paula le puede mucho más y Mark salta.
El impacto contra el suelo es duro y Mark flexiona las piernas tratando de minimizarlo. Rueda por el suelo y se queda tendido boca arriba, respirando agitado. Antes de moverse se asegura de no haberse hecho daño. Jadeando, se incorpora y mira hacia arriba. Logan ya está encaramado al sillón de rattan inclinado sobre el seto y salta. Su caída resulta bastante mejor que la de Mark. Logan se incorpora.
—Vamos a por la siguiente —dice.
Se disponen a cruzar el jardín a la carrera, Mark suplicando en silencio que cruzar al siguiente chalet sea más sencillo cuando, apareciendo desde el lateral de la casa, aparece una figura oscura avanzando hacia ellos.