Desde que Ace Hall se mudara a la casa de Rachel Morris para ayudar a Emma Walters a cuidar de Rachel, Stan Marshall y Ozzy se han ocupado de levantar el césped del jardín de Ace y plantar las semillas que compraron en Buttonwillow. Con un planteamiento metódico, Ozzy ha dividido el jardín de Ace en pequeñas parcelas, manteniendo separados los distintos alimentos. Aunque lo cierto es que ninguno de ellos saber realmente si lo están haciendo bien y si funcionará. A fin de cuentas, uno de ellos tenía un bar y el otro un quiosco.
Como puedes imaginar, al final no se trata tanto de saber hacerlo como de intentarlo, porque saben que su supervivencia está en juego y nadie más se pondrá en juego por ellos. Por supuesto, es un valor añadido que les mantenga ocupada la mente. En tiempos como los que corren actualmente, ninguno de los dos hombres tiene demasiadas ganas de pensar.