l huso horario que corresponde a cada país se escribe con h, exactamente igual que el huso de hilar que causara el dulce sueño de la Bella Durmiente. La razón de esta norma es que las veinticuatro partes imaginarias en las que se divide la superficie terrestre, que suelen tener el mismo horario, tienen forma de huso. La confusión frecuente de escribir uso horario sin h se debe muy probablemente a que quien lo hace supone que procede del sustantivo uso.
También España es diferente en la aplicación del huso horario, ya que nuestro reloj debería estar sincronizado con el de portugueses e ingleses, países con los que compartimos el espacio entre meridianos, y no con los centroeuropeos. En 1942, Francisco Franco, como gesto hacia la Alemania de Hitler, decidió retrasar sesenta minutos el reloj de los españoles. La hora oficial había quedado fijada en 1884, fecha de la reunión de veintisiete países en Washington, en la que se estableció el meridiano de Greenwich (meridiano cero) como punto de referencia para los horarios de los países. Desde este meridiano, cada 15º grados de longitud se avanza una hora más. No en España. Aquí, como es uso y costumbre, llevamos nuestro propio huso horario.