os verbos haber y hallar mantendrían una pacífica coexistencia si no fuera porque algunos de sus tiempos acaban enzarzándose.
Las dos principales dudas se observan con halla (presente de indicativo del verbo hallar, que significa ‘dar con alguien o algo que se busca’: Anonadado me hallo); y haya (presente del subjuntivo del verbo haber: Espero que haya comida).
Seguro que, con el truco de doble comprobación que proponemos, las dudas se disiparán para siempre. Primera comprobación: si lo podemos sustituir por encontrar, se trata del verbo hallar (con h y ll). Si todavía albergamos alguna duda, vamos a por la segunda comprobación: si lo podemos sustituir por pueda haber, se trata del verbo haber (con h e y).
Pongamos un ejemplo que presenta cierta complicación: Él halla dolor en esa relación. En este caso no se podría decir: Él pueda haber dolor en esa relación. Y otro ejemplo más: Lo importante es que haya truco. En este caso, se sustituye con facilidad por pueda haber y, sin embargo, no es posible cambiarlo por encuentra: Lo importante es que encuentra truco.
Afortunadamente, otros casos no revisten complicación alguna. Por ejemplo, cuando haya forma parte de un tiempo compuesto no hay lugar a duda: La policía descarta que haya implicado un tercer asesino en la muerte de Asunta.
Para complicarlo aún más, no son dos, sino cuatro, las palabras que tienen un gran parecido fonético, pero una gran diferencia de significado y ortografía: aya, allá, halla y haya. Valga este último ejemplo: Mi vieja aya (persona encargada de custodiar niños o jóvenes y de cuidar de su crianza y educación) me contó que allá (en aquel lugar) se halla (encuentra) una vieja haya (árbol de la familia de las fagáceas).