ay quien tiene alguna fobia: a pisar las rayas del suelo, a pasar por debajo de una escalera o de un andamio; incluso algunos andan esquivando gatos negros por la calle. Particularmente, la fobia al viernes 13 se llama collafobia o friggaatriscaidecafobia. Si por el contrario, lejos de sentir miedo alguno, has decidido casarte o embarcarte, es que estás convencido de que nada debes temer.
El viernes 13 es un día de mala suerte para los anglosajones, como el martes 13 lo es para los españoles y los griegos.
Para entenderlo, debemos remontarnos al viernes 13 de octubre de 1307, día en el que los Caballeros Templarios fueron perseguidos y arrestados por la Santa Inquisición, que los condenó a la hoguera por herejía y crímenes contra la cristiandad.
En la historia más reciente, tanto el accidente del crucero Costa Concordia como el del avión 571 que dio lugar al libro y después al filme Viven, tuvieron lugar un viernes 13. Por si esto fuera poco, el cine también se ha encargado de hacer del viernes 13 uno de los días más temidos. La cinta rodada con el título Friday the 13th (Viernes 13), y estrenada el viernes 13 de junio de 1980, convirtió a Jason en uno de los personajes de terror más famosos de la historia del cine.
Pero el número 13 tiene mala fama desde siempre: 13 fueron los comensales de la Última Cena, el 13 es La Muerte en las cartas del tarot, 13 son los espíritus malignos de la cábala y en el capítulo 13 del Apocalipsis se habla del Anticristo y la Bestia. En la Fórmula 1 se omite el 13, igual que en la planta de muchos hoteles, en algunas calles e incluso en la red de autobuses de Madrid.
Sin embargo, el 13 también tiene sus adeptos. Hay quien se ha casado más de una vez con la misma persona un día 13 y las terminaciones en 13 de los décimos de la lotería en España se agotan mucho antes que otras. En Estados Unidos este es un número que no tiene mala fama, incluso está presente en muchos símbolos nacionales, como la pirámide de 13 escalones que aparece en el dólar.